El 24 de septiembre de 2021 embarqué con en el barco Hegaluze Berria con mi amigo Gorka Ocio y el equipo de Verballenas en el puerto de Santurtzi (Bizkaia) con el objetivo de ver cetáceos y otras fauna en una travesía de ida y vuelta de 8 horas de duración por 69 euros. La travesía hacia el norte es de más de 50 kilómetros para poder llegar hasta situar el barco sobre el talud continental, donde se sumergen ballenas y zifios en busca de su alimento. En esta jornada vimos 5 ejemplares de Rorcual común (Balaenoptera physalus), 2 de ellos a menos de 50 metros. Esta ballena es el segundo animal más grande tras la Ballena azul. Los machos pueden medir hasta 2 metros menos que las hembras. El ejemplar más grande medido en el Hemisferio Sur midió 27,3 metros, mientras que en el Norte el récord es de 24,4 m. El Rorcual común se distingue de otras especies de rorcual fácilmente si conseguimos ver el color del labio inferior derecho, que es blanco en el Rorcual común. Las otras especies de rorcual y el labio inferior izquierdo son del mismo color que el dorso, que es gris oscuro.
El Rorcual común se alimenta de pequeños cardúmenes de peces, de calamares, de crustáceos y de krill. Se alimenta abriendo las mandíbulas mientras nada. Es capaz de tragar 70 metros cúbicos de agua en cada ingestión, donde se encuentran aproximadamente 10 kg de krill. Entonces cierra las mandíbulas y empuja el agua de vuelta hacia fuera a través de las barbas, que permiten la salida de únicamente el agua. Un Rorcual común puede consumir hasta 1.800 kg de comida al día.
El Rorcual común es uno de los cetáceos más rápidos. Puede mantener velocidades de hasta 37 km/h. Hasta la invención de la máquina de vapor y los arpones explosivos, apenas se cazaban rorcuales porque eran demasiado rápidos como para perseguirlos. Los balleneros cantábricos las cazaban, pero no siempre flotaba cuando se la capturaba, a diferencia de la Ballena franca del Atlántico. Si no tenían mucha grasa, se hundían, lo que ponía en riesgo la vida de los balleneros. En el pasado estuvo muy amenazada por la caza ballenera. En el Hemisferio Sur los balleneros cazaron 725.000 ejemplares entre los años los 1904 y 1979, donde en la actualidad viven menos de 3.000.
Los machos durante la época de reproducción emiten vocalizaciones sonoras de baja frecuencia que se pueden oír a cientos de kilómetros de distancia. Aún no se conocen bien sus movimientos migratorios ni sus zonas de reproducción. Se estima que la población del Atlántico Norte es 40.000-56.000 ejemplares.