Illas Sisargas, Malpica de Bergantiños, castro de Borneiro y dolmen de Dombate, 9 de agosto de 2020

Illas Sisargas desde el cabo de San Adrián

Fuimos hasta el cabo de San Adrián, desde donde se ven las cercanas islas Sisargas. Son tres islas: Sisarga Grande, Sisarga Chica e Illa Malante. Las islas Sisargas son una importante zona de nidificación de aves marinas. Desde finales de la década de 1930 se registró una expansión de la Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) hacia el sur de Europa, llegando a asentarse como reproductora en la costa de Galicia. Juan Rodríguez Silvar y Andrés Bermejo Díaz de Rábago publicaron su artículo "Primera nidificación de la Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) en el SW de Europa" en el volumen 21 de la revista Ardeola, donde dan noticia del descubrimiento de la colonia de cría de Sisarga Grande, donde contaron 90 ejemplares y 29 nidos el 9 de mayo de 1975. En el año 1981 se censaron más de 200 parejas en dos colonias: Illas Sisargas y cabo Vilán, que disminuyeron hasta 21-23 en el año 2007. Ese año Xabi Varela contó 10 nidos en la Furna da Area de Sisarga Grande, según explicó en su blog "Observaciones de aves en el Noroeste de la provincia de A Coruña". Diez años después, en 2017, durante un nuevo censo, se registraron 2 parejas reproductoras en la citada furna de Sisarga Grande. Juan Rodríguez Silvar publicó dos fotografías tomadas el 17 de agosto de 2017 de un único nido de Gaviota tridáctila con un solo pollo. Desde entonces no hay ningún dato de su reproducción en la península Ibérica. Los expertos detectaron la disminución de sus colonias de cría coincidiendo con la marea negra provocada por el buque Aegean Sea en las islas Sisargas en 1992 y la del Prestige en cabo Vilán en 2002.
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Justo detrás del faro de Sisarga Grande se encuentra la Furna da Area, el último punto de reproducción de la Gaviota tridáctila en la península Ibérica, y muy cerca la Pedra do Magnánimo, un pequeño islote piramidal al que dio nombre el buque de la armada española que naufragó en 1794 con 500 personas a bordo. En el islote Magnánimo estuvo una de la dos últimas colonias de cría del Arao común (Uria aalge). Francisco Bernis contó 3.000 individuos en las islas Sisargas en el año 1948. Hacia 1960 en Galicia se calculó unas población de unos 3.000 ejemplares reproductores en 8 colonias de cría. Andrés Bermejo Díaz de Rábago conoció las colonias de Cíes, Sisargas, Cabo Vilano y aún vio los últimos araos nidificantes de Ansarón, en la costa de Lugo. En 1981 se censaron 6-7 parejas en las islas Cíes, 63 en cabo Vilán y 11 en Sisargas; en 1989, 14 en cabo Vilán y 11 en Sisargas; y en 1994, 5-12 en cabo Vilán y 3 en Sisargas. En las islas Sisargas el último dato de cría confirmada se refiere a un adulto con un pollo en 2004. En los años 2007, 2008 y 2009 solo quedaban 2 parejas en cabo Vilán, en el islote Vilán de Fóra, municipio de Camariñas (A Coruña). En el pasado tuvo su límite de distribución meridional en las portuguesas islas Berlengas, donde en el año 1939 censaron 12.000 individuos, en 1974 fueron 1.683, y el último caso de nidificación conocido es del año 2002. Desde 2009 no hay datos de su reproducción en ningún punto de la península Ibérica.
Faro y acantilados de Sisarga Grande

Ignacio Munilla, Carmen Díez y Alberto Velando en su artículo "Are edge bird populations doomed to extinction? A retrospective analysis of the common guillemot collapse in Iberia", publicado en el año 2007 en el volumen 137 de la revista Biological Conservation, analizaron el cambio poblacional del Arao común en la península Ibérica en la segunda mitad del siglo XX, mostrando que el declive fue especialmente importante entre los años 1960 y 1974 (un 33,3% anual) y que posteriormente fue disminuyendo en menor proporción (un 13,4% anual). También que el declive era debido más a la baja supervivencia de los adultos que al fracaso reproductor, achacándolo a la sustitución de las redes tradicionales por otras nuevas sintéticas de nylon. Según el artículo "The impact of the sandeel fishery closure on seabird food consumption, distribution, and productivity in the northwestern North Sea", publicado en el año 2008 en la revista Canadian Journal of Fisheries and Aquatic Sciences, en el Mar del Norte, el "Sandeel" o Lanzón (Ammodytes marinus) es el objetivo de una pesca industrial para la producción de piensos y abonos, y la presa principal del Arao común (Uria aalge), el Alca común (Alca torda), el Frailecillo atlántico (Fratercula arctica), el Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis), el Alcatraz atlántico (Morus bassanus), la Gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) y varias especies de charranes (Sterna spp.). Debido a la preocupación por los posibles efectos sobre estas especies de aves marinas, se prohibió la pesca del Lanzón en el Este de Escocia en el año 2000, lo que produjo el posterior aumento local de la abundancia del Lanzón. Juan Rodríguez Silvar y Andrés Bermejo Díaz de Rábago en el "Informe Arao" explicaron que había una correlación entre la disminución de capturas de anchoa y la población nidificante de Arao común. De hecho, recordemos que el declive de la población de la anchoa del Golfo de Vizcaya fue tan acusado que vedaron su pesca entre los años 2005 y 2010. Desde entonces se ha pescado en gran cantidad sin afectar a su población. Sin embargo, durante la época de cría de los últimos años no se ha visto ningún Arao común en sus colonias de cría gallegas.
Lorea, Amaia y Maite con Illas Sisargas al fondo

Ignacio Munilla, Meritxell Genovart, Vitor H. Paiva y Alberto Velando publicaron en la revista PlosOne el artículo "Colony Foundation in an Oceanic Seabird", donde dieron a conocer que en el año 2010 detectaron por primera vez la reproducción de la Pardela cenicienta atlántica (Calonectris borealis), que según algunos autores, sería una especie distinta de la Pardela cenicienta mediterránea (Calonectris diomedea). Durante el trabajo de campo, en el que colaboró David Álvarez, en el año 2013 encontraron 17 nidos en las Sisargas, y otros 21 en Cíes y 23 en Coelleira. Tras analizar genéticamente 128 ejemplares de estas colonias y comparar los resultados con poblaciones de estas dos pretendidas especies, encontraron que 3 de los ejemplares procedían de colonias de Pardela cenicienta mediterránea. Son varias las colonias donde los reproductores son ejemplares de estas pretendidas especies. Es el caso de Berlengas, Selvagens y Chafarinas, lo que hace dudar de que puedan ser consideradas especies distintas.
Lorea, Amaia y el que esto escribe con Illas Sisargas al fondo

Lagartija de Bocage (Podarcis bocagei)

Malpica de Bergantiños

Malpica de Bergantiños fue un importante pueblo ballenero. Al respecto el cardenal Jerónimo del Hoyo escribió a principios del siglo XVII, “Esta villa es el puerto donde se pescan más ballenas. Hay grandes matanzas cada invierno y es pesca de gran provecho, porque de un ballenato, por pequeño que sea, se sacan doscientas arrobas o cántaras de aceite. Los malpicanos las venden a los vizcaínos y deben pagar por este comercio cada año siete mil maravedíes al arzobispo de renta fija”. Malpica y sus islas Sisargas pertenecían desde la alta Edad Media al arzobispado de Iria Flavia (Padrón), con el que mantuvieron disputas por el pago de los impuestos que les exigía por la captura de ballenas.
Juvenil de Gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Malpica de Bergantiños e Illas Sisargas

Illas Sisargas desde Malpica de Bergantiños

Después de comer en una terraza del paseo marítimo de Malpica de Bergantiños fuimos hasta el castro de Borneiro, en el municipio de Cabana de Bergantiños.
Lorea, Amaia y Maite en el castro de Borneiro

Este castro estuvo habitado por 300-400 personas en la Edad del Hierro, entre los siglos IV y I o II a. C., dedicados principalmente a la agricultura y la ganadería. En el castro se han excavado 36 construcciones (el 75% del total) y ocupa una superficie de 90 por 55 metros. Está rodeado por un foso y dos muros defensivos. Las viviendas eran circulares o cuadrangulares con las esquinas redondeadas y, en comparación con las de otros castros, destacan por su gran tamaño.
Panel explicativo

Tenía dos grandes puertas, una ellas con garitas para centinelas. Los edificios tuvieron techos de ramas y paja. Los hogares se encontraban habitualmente en la zona central de las viviendas, ocupadas por 4-6 personas de una misma familia.  Los suelos eran de tierra negra pisada y solo en algún caso tenía enlosado de piedra. Algunas de las construcciones no serían viviendas, sino cuadras, almacenes o incluso talleres de artesanos.
Castro de Borneiro

Fuera de la muralla había un barrio donde destaca una gran construcción oblonga, un aljibe y una estructura con horno que fue identificada como una sauna. Curiosamente, no se han encontrado indicios de su romanización.
Asplenium billotii

Panel explicativo

Elaboraban su ropa en telares de madera a partir de lana o lino. En el poblado se encontraron durante su excavación abundantes herramientas y objetos de metal, principalmente de hierro y bronce, aunque no se han encontrado indicios de ninguna fragua.
Castro de Borneiro

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Para terminar el día fuimos hasta el cercano dolmen de Dombate, también en el municipio de Cabana de Bergantiños.
Dolmen de Dombate

Este dolmen de corredor fue usado para sepultar a algunos muertos entre los años 3800 y 2700 a. C. El túmulo tiene unos 24 metros de diámetro y 1,8 de altura. En el punto donde comienza el corredor se encontraron 20 pequeñas piedras. Todas las losas que forman el dolmen y su corredor tienen pinturas de color rojo y negro aplicadas sobre una capa blanca hecha mezclando caolín y grasa.
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Tras el abandono del uso del dolmen, se construyó un poblado de la Edad del Bronce muy cerca. Recordemos que el 15 de marzo de 2019 publicaron en la revista Science el artículo "The genomic history of the Iberian Peninsula over the past 8000 years", firmado por 111 autores. El estudio se basa en el análisis completo del genoma de 271 individuos de la península Ibérica, 176 de ellos de un período hasta entonces poco estudiado: después del año 2000 a. C. Detectaron una gran homogeneidad genética del conjunto de los individuos más antiguos, en tiempos de cazadores-recolectores. El estudio revela que en el Neolítico hubo un reemplazo genético en la población ibérica desencadenado por la llegada de los agricultores originarios de Anatolia (actual Turquía), que sustituyó a la población de cazadores-recolectores al final del Mesolítico (desde el año 8000 a. C. hasta el 5500 a. C.), así como casos excepcionales que demuestran que hubo una interacción con el norte de África. 3.000 años más tarde, una población de pastores de las estepas de Europa del Este (desde el año 2500 a. C. hasta el 2000 a. C.) reemplazó al 40% de la población de agricultores del Neolítico y casi al 100% de los hombres, de tal manera que el cromosoma Y (exclusivo de los hombres) de la población actual tiene un origen estepario. De forma progresiva durante una etapa que pudo durar unos 400 años, los linajes del cromosoma Y presentes hasta entonces fueron casi totalmente sustituidos por un linaje de ascendencia esteparia, que se extendió no solo a las regiones de habla indoeuropea, sino también a las de habla no indoeuropea.
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