Marruecos, 26 de abril de 2019

 Lorea, Amaia y Maite en Marrakech

Antes de regresar de Marrakech, fuimos a ver los famosos Jardines Majorelle. En esta gran ciudad lo más peligroso es cruzar por los pasos de peatones sin semáforo, ya que los vehículos en general no los respetan. Afortunadamente, este era de los que tenían semáforo.
 Escribano sahariano

 Rana verde norteafricana

Tras esperar una cola de más de una hora logramos entrar a los Jardines Majorelle tras pagar la entrada. Había muchas ranas que a la fuerza debían haber traído de algún otro sitio, porque es imposible que puedan reproducirse en ellos, ya que están llenos de carpas.
Flores del bananero (Musa x paradisiaca)

 Rana verde norteafricana

En Marrakech parece obligada una visita a los Jardines Majorelle, muy populares. Sin embargo, lo cierto es que son unos jardines pequeños y repletos de gente. Básicamente es como cualquier jardín público de Marrakech, pero con mucho bambú plantado. Lo más interesante son algunas de las personas que por allí se pasean, que parecen traídas de un planeta de fuera del Sistema Solar.

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