Costa Brava, 24 de agosto de 2025

Ruinas de Emporion

Supongo que debido a mi edad, tengo cierta tendencia a recordar, en el sentido etimológico de la palabra. Ampurias me trae recuerdos de la infancia en la escuela y, en mi memoria, Ampurias es el brillante destello de la cultura llegada desde oriente después de un largo periodo de oscuridad en este extremo occidental del continente, un brillo que pierde fuerza con la caída del Imperio romano y que no la recobra hasta el Renacimiento. Creo que gran parte de la idea que yo tengo sobre la cultura grecolatina se la debo a la lectura en mi juventud del libro de Indro Montanelli titulado "Historia de los griegos. Historia de Roma". Después de nuestro viaje cultural guiado por Grecia en julio de 2022 y antes a Roma en enero de 2016, seguía pendiente nuestra visita a Emporion y no me defraudó, en gran parte gracias al buen trabajo realizado para que la visita sea educativa y divertida a la vez. Cualquiera que quiera dar a conocer un espacio arqueológico autoguiado, le animó a que venga aquí y aprenda cómo hacerlo bien.
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Emporion (del griego Ἐμπόριον, que significa mercado) fue fundada en 575 a. C. como enclave comercial en el Mediterráneo occidental por colonos procedentes de Massalia (Marsella) y originarios de la ciudad de Focea (del griego Φώκαια, que proviene de la palabra φώκη, que significa foca), situada en la costa del actual estado de Turquía. Curiosamente, actualmente es una de las tres áreas marinas protegidas de Turquía para la preservación de la foca monje del Mediterráneo. Según Heródoto, los focenses fueron "los primeros de entre los griegos que utilizaron grandes naves, y descubrieron el Adriático, Tirrenia, Iberia y Tartessos".
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En época romana su nombre fue el de Emporiae y Ptolomeo la situó a una longitud de 18º 45' y una latitud de 42º 20'. Del nombre latino proceden los catalanes Empúries y Empordà y los castellanos Ampurias y Ampurdán. Se fundó como puerto comercial, pero poco después, en el año 550 a. C., experimentó un gran desarrollo urbanístico. Según Estrabón, en Geografía, III, 4, 8, "Habitaban los emporitanos al principio cierto islote situado delante, el cual ahora se llama `ciudad antigua´, pero ahora habitan en tierra firme. Es una ciudad doble, separada por una muralla, que al principio tenía a algunos de los indiketes como vecinos, los cuales aún organizándose por separado su comunidad, sin embargo querían tener un área amurallada hacia los griegos por motivos de seguridad, y con el tiempo convergieron a la misma organización de la polis, una cierta mezcla de usos bárbaros y griegos, lo cual también otras muchas (ciudades) sucedió".
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Tras la conquista de Focea en 530 a. C. por Ciro II, emperador de Persia, Emporion aumentó sensiblemente su población con refugiados procedentes de Focea. En el s. V a. C. se produce una época de gran prosperidad basada sobre todo en el comercio con las ciudades griegas. Se establecieron acuerdos políticos y comerciales con la población indígena. Debido a su situación en la ruta comercial entre Massalia (Marsella) y Tartessos, la ciudad se convirtió en un gran centro económico y comercial, además de la mayor colonia griega en la península ibérica.
Puerta de la muralla de Emporion

A partir del s. IV a. C. la ciudad ya crece de forma considerable y es conocida como Emporion, Ἐμπόριον. Sigue habiendo mucho comercio griego con la península y se empiezan a acuñar las primeras monedas. A finales de este siglo se emiten ya dracmas con el tipo del caballo parado, según modelo púnico, y después con el característico pegaso en el reverso y la cabeza de la ninfa de las fuentes y arroyos Aretusa en el anverso. Emporion vivió una recesión económica por la competencia con la ciudad de Cartago. Durante la II Guerra Púnica, Emporion fue una fiel aliada de Roma y en su puerto desembarcó en el año 218 a. C. el ejército romano comandado por Cneo Cornelio Escipión con el objetivo de cortar la retaguardia y los suministros al ejército comandado por Aníbal, que se encontraba en la península itálica. Este desembarco fue el inicio de la ocupación romana de la península ibérica.
Pedestal de estatua en Emporion

Serarpíeion

Santuario del siglo I a. C., dedicado a Serapis con una réplica de su estatua, cuyo original luego vimos dentro de la sede que tiene aquí el Museo de Arqueología de Cataluña.
Factoría de salazones

La factoría de salazones es del siglo I d. C., cuando esta zona de la vieja Emporion pasó a ser el barrio portuario de la ciudad romana de Emporiae. Cuenta con un patio central donde se troceaban los peces y varios depósitos revestidos de mortero hidráulico (opus signinum), donde se maceraban sus productos.
Panel explicativo

Depósitos con opus signinum

Pozo de la Casa del Peristilo

Esta casa, del siglo II a. C., conserva una cisterna, así como este pozo, incluido en un patio central descubierto rodeado por un pórtico de columnas que recibe el nombre de peristilo en la arquitectura griega.
Panel explicativo

Cisterna del Macellum

Este macellum, del siglo II a. C., era un pequeño mercado de tiendas abiertas a un patio central, en cuyo centro se encontraba esta cisterna.
Panel explicativo

Ágora y estoa

El ágora es el nombre que reciben las plazas públicas en las ciudades griegas. Este ágora era de planta rectangular y estaba rodeada por un pórtico en tres de sus los lados. Muy cerca se encuentra la estoa, con su doble columnata, al fondo de la cual se encontraban varios locales comerciales. Ambos edificios fueron construidos en el siglo II a. C.
Basílica paleocristiana

Tras el abandono de las ciudades griega y romana, entre los siglos IV y VII d.C., parte de la antigua ciudad griega pasó a usarse como cementerio, con más de 500 tumbas, y las ruinas de unas termas se reutilizaron como iglesia funeraria, y aquí se hallaron tanto sarcófagos de mármol esculpidos con relieves como tumbas mucho más humildes, protegidas con tejas, piedras o placas de pizarra.
Tumbas del cementerio

Pavimiento de habitación para banquetes

Este es el pavimento de una habitación destinada a la celebración de simposios (del griego συμπίνειν, que significa beber vino), que eran banquetes donde el propietario de la casa invitaba a hombres libres a cenar y beber vino, mientras que esclavos o sirvientes tocaban música y bailaban.
ΗΔΥΚΟΙΤΟΣ (ΗΔΥ dulce, ΚΟΙΤΟΣ, reclinación)

Seguramente referido a la postura reclinada que adoptaban los asistentes a los banquetes en los triclinios.
Panel explicativo

Pavimento con inscripción dedicada al genio protector Agathos Daimon

La estancia principal dedicada a la sala de banquetes conserva un pavimiento con una inscripción que invoca al genio protector Agathos Daimon.
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Panel explicativo

Vencejo pálido (Apus pallidus)

Sede del Museo de Arqueología de Catalunya

Estatua de Serapis

La parte superior de la estatua en mármol de Serapis fue descubierta el 25 de octubre de 1909 y la inferior el 6 de noviembre. Ambas se hallaban en el interior de la misma cisterna, amontonadas junto a otras piezas menores, probablemente a la espera de ser tiradas a un horno de cal durante la decadencia y despoblamiento de la ciudad greco-romana. Serapis es un dios sincrético greco-egipcio, cuyo culto fue promovido por el rey Ptolomeo I para unificar a griegos y egipcios. Serapis integraba aspectos de Osiris, dios egipcio inventor de la agricultura y la religión, y de Hades, dios griego del inframundo, y Dioniso, dios griego de la fertilidad y el vino. La adoración de Serapis se expandió por todo el Mediterráneo.
Busto de mármol de la isla de Paros

Tiene 2,15 metros de altura. Aunque esculpida durante el dominio romano, es la única de estilo griego de tales dimensiones hallada en la península ibérica y en todo el Mediterráneo occidental. El busto y los brazos son de mármol de la isla de Paros, mientras que el mármol de los pies y parte del cuerpo vestida, de un grano más fino, es de las canteras del monte Pentélico, como el usado en la construcción del Partenón.
Pies de mármol del monte Pentélico

Serpiente de mármol de Paros

El hallazgo de una serpiente de mármol cerca de los anteriores fragmentos llevó a pensar que formaba parte de la estatua principal y a interpretarla como una representación del dios griego de la medicina Asclepio (Esculapio para los romanos). En 2005 la nueva directora del Museo de Arqueología de Catalunya, Núria Rafel, declaró al diario El Punt: "No es Esculapio y volverá a tener brazos". Josep Pella i Forgas ya publicó el 19 de noviembre de 1909 en La Vanguardia un artículo donde opinaba que se trataba del dios Serapis y no de Asclepio. Antonio García Bellido preguntaba en 1948 en el libro Hispania Graeca: "¿Es verosímil suponer que Asklepios fuese venerado en Emporion, humilde colonia del último extremo de las tierras entonces conocidas, un siglo y cuarto antes que en Roma, donde el año 292 se alzó su primer templo sobre la isla del Tíber?". Es muy clarificador el artículo de Joaquín Ruiz de Arbulo y David Vivó "Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion; una nueva interpretación para el conjunto de esculturas aparecido en el supuesto Asklepieion emporitano" que prueba la presencia de un santuario egipcio en Emporion dedicado por el alejandrino Numas.
Carta de comerciante griego

Se trata de una carta privada en plomo en la que un comerciante griego focense en lengua jónica ordena a un emporitano la compra y transporte de ánforas vino y otras mercancías. Se descubrió enrollada en el suelo de una habitación en 1985 y data del 530-500 a. C. Se considera la carta comercial más antigua conservada en España.
La mención a los "emporitanos"

Anzuelos, punta de arpón, pesas de red, ramas de coral rojo, pesa de telar y fusayolas

Joyas y otros elementos de adorno personal

Dracmas acuñados en Emporion, con Pegaso en el reverso y la palabra EMPORITON

En el anverso se representa a la ninfa Aretusa y en el reverso a Pegaso, símbolo de la ciudad junto con la palabra EMPORITON.
Moneda acuñada en Emporion

Lécitos y alabastros áticos de figuras negras para aceites perfumados, siglos VI-V a. C.

El lécito es un un recipiente cilíndrico alto, con cuello estrecho y boca en forma de embudo donde se guardaban aceites perfumados o ungüentos
Cráteras de figuras rojas, siglos V-IV a. C.

La crátera es un recipiente de cerámica utilizado en la antigüedad para mezclar vino y agua.
Objetos de cerámica ática, siglos V-IV a. C.

Askos en forma de caparazón de tortuga, siglo V a. C.

Un askos o ascos es un recipiente de cerámica utilizado en la antigüedad para almacenar y verter líquidos. Tienen forma plana, un pico vertedor en uno de sus lados y una gran asa. El nombre procede la palabra en griego antiguo ἀσκός, que significa bota y que era un contenedor de vino hecho en piel, como las botas de vino actuales. Es decir, el nombre que reciben estos recipientes es moderno.
Copas y jarrita de cerámica ática para consumo ritual de vino, siglos V-IV a. C.

Objetos votivos del santuario del puerto, siglo V a. C.

Objetos votivos de cultos emporitanos, siglo IV-III a. C.

Recipientes para aceites perfumados y otros objetos, siglo V-IV a. C.

Conjunto funerario de tumba infantil con panadero y muñeca, siglo V a. C.

Muñeca articulada

Conjunto funerario, final siglo VI a. C.

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Conjunto funerario con, lécitos áticos, frascos pasta de vidrio y fíbula de bronce, siglo V a. C.

Glandes y puntas de dardo y jabalina, siglo II a. C.

Los glandes son los proyectiles de plomo que se lanzaban con onda en las batallas.
Antefija de terracota, de tradición helenística, siglo II a. C.

Las antefijas eran un ornamento se se colocaba al final de las filas de tejas, adornando el borde del tejado justo sobre la fachada.
Emblema de mosaico, perdiz sacando joyas de cesto, siglo I a. C.

Emblema de mosaico, máscara teatral cómica, siglo I a. C.

Emblema de mosaico, sacrificio de Ifigenia en Áulide, siglo I a. C.

En la mitología griega, Ifigenaia es la hija del rey Agamenón, cuyo sacrificio fue requerido para poder continuar su navegación a Troya después de que Artemisa le castigara por haber cazado a un ciervo en una arboleda sagrada. Por ello, Artemisa detuvo el viento en Áulide y los barcos se quedaron de repente inmóviles. Un adivino llamado Calcas le reveló a Agamenón que la única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificando a su hija Ifigenia.
Panel de pintura mural, siglo I a. C.

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Piezas de larario, siglo I a. C.

Los lararios de la Antigua Roma eran pequeños altares con divinidades domésticas llamadas lares, dioses protectores del hogar y la familia.
Cabezas humanas y base o altar con un conejo en relieve, siglo I d. C.

En el letrero se lee que es una liebre, pero, por su anatomía, es claramente un conejo. Los primeros testimonios históricos de la presencia del conejo en la península ibérica proceden de los fenicios, quienes, al llegar a sus costas hace unos 3.100 años, se sorprendieron por la enorme cantidad de estos mamíferos que pululaban por todas partes. Los conejos les recordaron a los damanes, que, como los conejos, viven en colonias y cavan madrigueras, y por este motivo llamaron a la región "אי שפנים", que significa "isla de los damanes". Este nombre, latinizado por los romanos, se convertiría en "Hispania". Los primeros problemas por daños causados por conejos de los que existe registro se plantearon en las islas Baleares. Según Estrabón (58 a. C.-20 d. C.), los colonos pidieron al Emperador Augusto que les enviara una legión romana para eliminar los conejos o que les dieran tierras en algún lugar donde no existiera semejante plaga. Recordemos que los fenicios procedían de la costa mediterránea de los actuales países de Siria y Líbano, donde no hay conejos, pero sí damanes (Procavia capensis).
Lucernas de cerámica, siglo I-II d. C.

Anillos y camafeos

Objetos de adorno personal y para el peinado

Objetos de cuidado personal e instrumentos médicos

Vaso de terra sigillata sudgálica, con relieve, siglo I d. C.

Apliques decorativos, mango de hueso y llaves de hierro y bronce

Dados, téseras y otras fichas de juego y punzones de escritura (stili)

Monedas

Agujas de bronce y hueso, pesas de telar, fusayolas y husos

Anzuelos, pesos de pesca, agujas y dedal para coser redes

Amuletos fálicos

Vasos rituales (ritones) en forma de pene y con escenas eróticas en relieve, siglo II a. C.

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Conjunto funerario de vidrio, siglo I d. C.

Fragmento de sarcófago de mármol aquitano con crismón, siglo VI d. C.

Tras salir del Museo de Arqueología, fuimos a ver la ciudad romana: Emporiae.
Cotorras argentinas (Myiopsitta monachus)

Mosaico de la villa romana

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Termas romanas

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Letrina

Huecos para guardar el calzado en las termas

Mosaico de la villa romana

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Emporiae y el mar al fondo

Domus de los mosaicos (siglos I a. C.-I d. C.)

Peristilo de la Domus de los mosaicos

Peristilo de la Domus de los mosaicos

Mosaico de la Domus

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Panel explicativo

Criptopórtico y pórtico, siglo I d. C.

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Arco de entrada de la muralla romana

Arco de entrada de hormigón

Losas desgastadas por el paso de ruedas de carro

Talla fálica apotropaica junto al arco de entrada

El que esto escribe junto a la talla fálica apotropaica

Muralla romana

Sobre unas primeras filas de grandes piedras muy bien talladas y ensambladas construyeron un muro de hormigón.
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Después de comer en el restaurante que hay junto al Museo de Arqueología, fuimos a la playa aledaña. Finalmente, subimos en coche hasta la Torre de Montgó, también en el municipio de L´Escala.
Torre de Montgó

Bahía de Roses desde la Torre de Montgó

Cala Montgó desde la torre

Lestisco (Pistacia lentiscus) sobre los acantilados

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