Palacio del Infantado
El Palacio del Infantado acoge el Museo de Guadalajara. Los siguientes restos arqueológicos proceden en su totalidad de la provincia de Guadalajara.
Cuenco campaniforme, ajuar de enterramiento, cerámica decorada, Calcolítico, Campaniforme, 2600-1700 a.C., Cueva del Destete, Valdepeñas de la Sierra
Molde de fundición para hacer hachas, arenisca, Edad del Bronce, 2300-1600 a.C., Loma del Lomo, Cogolludo
Necrópolis de Prados Redondos, Edad del Hierro, Época Celtibérica, s. V-IV a.C., Sigüenza
Una de las tumbas de esta necrópolis incluía una urna cerámica a torno con restos humanos incinerados, una espada de antenas doblada ritualmente, una vaina de espada, una cuchillo alfacatado, una punta de lanza doblada ritualmente, un regatón, unas pinzas, una espiral, una fíbula de La Tène, un bocado de caballo y un pasador con anilla.
Espada de antenas, hierro, Edad del Hierro, Época Celtibérica, s. V-IV a.C., Prados Redondos, Sigüenza
Anillo con sello de Minerva, bronce y hierro, Época Romana, s. I-II d.C., El Ojuelo, Hortejuela de Océn
Sello de propiedad, bronce, Época Romana, s. I-II, Villa romana Ermita del Robusto, Aguilar de Anguita
Época romana
Tremis de Leovigildo (izda) 580-586 d.C. y de Tulga (dcha) 640-642 d.C., Época Visigoda, Recópolis, Zorita de los Canes
Moldes para pendientes, pizarra, Época Visigoda, s. finales VI-mediados VII, Recópolis, Zorita de los Canes
Moldes para pendientes, pizarra, Época Visigoda, s. finales VI-mediados VII, Recópolis, Zorita de los Canes
Ataifor, cerámica decorada con óxido de cobre y manganeso, Época Islámica, s. X
El interior de este ataifor, un recipiente utilizado para comidas comunales, del diglo X, muestra la imagen de un califa andalusí. Como símbolos de soberanía y poder político, destacan el palio, que sustituye al trono en las apariciones del califa en el exterior, la trenza, propia de la dinastía Omeya, la Copa de los Mundos en la mano izquierda, símbolo del poder sobre la vida de los gobernados, y las dos jarras y las dos ramas del Árbol de la Vida, referencias a Oriente y Occidente y, por tanto, al derecho del califa como Señor de todo el mundo islámico. Como símbolos de poder religioso, destacan el Cordón de la Eternidad, formado en el techo del baldaquino, que representa la vida eterna, el ave en su mano, que simboliza el alma de los justos y de los mártires como guías espirituales, el vestido verde, que presenta al califa como unos de los elegidos, el dromedario, que es el animal que el Día del Juicio llevará a los creyentes hasta las puertas del Paraíso, y el Árbol de la Vida, situado en el centro del Paraíso, que es el último destino para los creyentes.
Molde de orfebre, pizarra, Época Islámica, s. X-XI, Túnel de Aguas Vivas

Tesorillo de Aranzueque, fracciones de Dinar, electrón y cobre, Época Islámica, 1043-1085, La Peña del Moro, Aranzueque

Tesorillo del Prao de los Judíos, Vellón, Edad Media, 1109-1214, Prao de los Judíos, Molina de Aragón

Yesería, yeso, Edad Media, XIII-XIV, Alcázar Real
Yesería con inscripción hebrea, yeso y cal, Cultura Judía, s. XIV-XV, Sinagoga del Prao de los Judíos, Molina de Aragón, Guadalajara
Uno de los barrios judíos más importantes de Castilla estuvo en Guadalajara, donde el rabino Moisés Arragel tradujo al castellano la Biblia hebrea o Tanaj entre 1422 y 1430.
Cuchillo de cincuncidar, hierro y hueso, Cultura Judía, s. XIV-XV, Prao de los Judíos, Molina de Aragón
Pistola de cuatro cañones, Fábrica Euskalduna de Placencia, hierro y madera, 1871-1880, Castillo de Molina de Aragón
Virgen de la Leche, óleo sobre lienzo, de Alonso Cano, 1657-1660
San Francisco recibiendo los siete privilegios, c.1635, de José de Ribera, Convento de la Concepción
Éxtasis de Santa Teresa, de autor desconocido
A continuación visitamos el Palacio del Infantado.
Patio de los leones del Palacio del Infantado
Fue el II Duque del Infantado, Iñigo López de Mendoza, quien ordenó derruir la casa de sus antepasados y en su solar construir este nuevo palacio en 1483. Se podía leer en el patio la siguiente inscripción: "...por acrescentar la gloria de sus progenitores e la suya propia...Todo es vanidad de vanidades". El Palacio del Infantado se convirtió en el símbolo del poder de los Mendoza, una original obra maestra que combina formas góticas y mudéjares, donde destacaban los leones y los grifos del patio, los salones de honor con sus magníficos artesonados policromados, sus zócalos de azulejería y las yeserías. Por desgracia, un bombardeo de la aviación franquista arruinó el edificio en 1936 y el estado no comenzó las obras de rehabilitación de sus ruinas hasta 1960, que finalizaron en 1972. Vimos el vídeo con la grabación del incendio provocado por el bombardeo, que quemó prácticamente la totalidad del artesonado de los techos.
Ídem.
Los Mendoza tienen su origen en el poblado del mismo nombre, cerca de capital alavesa, donde se conserva la Torre de Mendoza. Como vasallos del rey del Alfonso XI de Castilla, afianzaron su posición en la Corte. El primero de ellos fue Gonzalo Yáñez de Mendoza, Montero Mayor del rey, que se asentó en Guadalajara en 1340. Intervinieron activamente en distintas batallas y cambiaron de bando para apoyar a la nueva dinastía Trastámara, siempre con el Palacio de los duques del Infantado como epicentro de su poder. Íñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana, acordó diversos matrimonios de conveniencia con el fin de acrecentar el poder de su linaje nobiliario. Mariana de Neoburgo, viuda de Carlos II, tras su regreso en 1738 de su exilio en Baiona, se alojó en este palacio, donde murió dos años después. También aquí tuvieron lugar las bodas reales de Felipe II e Isabel de Valois y Felipe V e Isabel de Farnesio. En el siglo XVI el V Duque del Infantado amplió el Palacio al estilo renacentista. Además, ordenó construir un gran jardín con estatuas, fuentes monumentales y un estanque con barcas y cisnes. En el siglo XVII los duques se trasladaron a la Corte en Madrid. Poco después la familia Mendoza abandonó el Palacio del Infantado para residir en la Corte madrileña. El XV Duque del Infantado cedió la mitad del palacio al ayuntamiento de la ciudad a finales del siglo XIX. En 1878 lo cedieron al Ministerio de Guerra para que los emplease como Colegio de Huérfanos de la Guerra.
Detalle de los leones
Entre la decoración tardogótica del patio de los leones, obra del arquitecto Juan Guas y el escultor Egas Cueman destacan por las parejas de leones enfrentados y sujetando tolvas de molino, que es el emblema del primer duque del Infantado, y entre ellos, sobre las columnas, los escudos de Mendoza y de Luna en honor a la familia de la esposa del duque.
Detalle de los grifos
Sobre los arcos de la planta superior están esculpidas figuras de grifos, que son animales mitológicos de carácter protector, también enfrentados y encadenados a árboles de la vida. En total, hay 48 leones, todos distintos, y otros tantos grifos.
Sepulcro de Doña Aldonza de Mendoza, de alabastro, c. 1435, Monasterio de San Bartolomé de Lupiana
Azulejos, cerámica, técnica de arista, finales s. XV, talleres de Guadalajara o Alcalá de Henares
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Escudo del artesonado del salón de cazadores, madera, finales s. XV, talleres castellanos
Fresco de la Sala de Atalanta, de Rómulo Cincinnato
En la bóveda de esta sala se desarrolla la historia de Atalanta, tomada de las "Metamorfosis" de Ovidio reinterpretadas en el siglo XVI como elogio del matrimonio. Según la obra de Ovidio, Atalanta era una mujer que había decidido no casarse y mantenerse virgen. Para ello retaba a sus pretendientes a una carrera y siempre ganaba ella hasta que Hipómenes, nieto del dios Neptuno, pidió ayuda a Venus, quien le dio tres manzanas de oro del jardín de las Hespérides, que entretuvieron a Atalanta. Finalmente, Atalanta se enamoró de Hipómenes y fueron al templo de Cibeles para casarse, donde desataron su pasión por lo que fueron castigados con su transformación en leones condenados a tirar del carro de Cibeles. Los frescos son obra de Rómulo Cincinato entre 1578 y 1580, un artista italiano que había trabajado en El Escorial.
Encuentro de Hipómenes y Atalanta
Atalanta e Hipómenes se dirigen al templo de Cibeles
Cibeles en la Sala de Atalanta
Carro de Cupido en la Sala de Atalanta
Escritorio, maderas de boj y nogal, hierro y hueso, talleres aragoneses, s. XVI
Fresco del Salón de Linajes
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Ídem.
Saleta de los dioses
El Dios desconocido del centro está repintado. Cincinato representó a Marte y Minerva, dioses protectores de las armas y las letras, que parecen tener la consideración de tutelares de la Casa Ducal.
Saleta de los dioses. Marte en el centro
Saleta de los dioses. Minerva en el centro
Saleta de los héroes. Marte y Minerva en el centro
Musas en la Saleta de los héroes
Saleta de los héroes. La Justicia en el centro
Saleta de los héroes. La Prudencia en el centro
Saleta de los héroes. La Industria en el centro
Saleta de los héroes. La Templanza en el centro
Galerías del patio de los leones
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Maite y el que esto escribe
Palacio del Infantado
Maite y el que esto escribe
Panteón de la Duquesa de Sevillano o Condesa de la Vega del Pozo
Escultura de violonchelo tallada en un tronco de un árbol
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Maite
Puerta de Bejanque
Guadalajara estuvo protegida por una muralla desde finales del siglo XIV y esta puerta es una de las pocos elementos que se conservan.
Concatedral de Santa María
La concatedral de Santa María de la Fuente Mayor es una iglesia mudéjar. Fue construida en el siglo XIV.
Puerta de herradura
Retablo mayor renacentista, de Francisco Mir
Torreón de Alamín
Ambos torreones formaron parte de la muralla de Guadalajara.
Torreón de Álvar Fáñez






















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