Ecuador, 24 de julio de 2019

Piquero nazca (Sula granti)

Habíamos reservado una excursión a Los Túneles, un paraje costero en la costa sur de Isabela, al oeste de Puerto Villamil. Pagamos por persona 110 dólares más 5 dólares por el alquiler del neopreno.
Aves marinas posadas en la Roca Unión

Este islote se encuentra a 9,25 millas náuticas del embarcadero de Puerto Villamil.
Piqueros nazca en la Roca Unión

Piqueros nazca en la Roca Unión

También había numerosas tiñosas bobas (Anous stolidus subsp. galapagensis) y un piquero camanay (Sula nebouxii subsp. excisa).
Piquero nazca

Piquero nazca

Mantarraya gigante (Mobula birostris)

En el trayecto de unas 13,60 millas náuticas que hay entre Puerto Villamil y el paraje de Los Túneles vimos 4 o 5 mantarrayas gigantes. Vimos su silueta justo bajo la superficie del agua y, en ocasiones, el extremo de una de sus aletas fuera del agua, como se aprecia en esta fotografía.
Lobo marino de Galápagos (Arctocephalus galapagoensis) y Piquero camanay

Endémico de las Islas Galápagos. Es el otárido más pequeño del mundo y está en peligro de extinción. Se alimenta de noche, permaneciendo en tierra durante el día. Fue cazado en el pasado por su piel hasta que en el año 1934 el gobierno ecuatoriano prohibió su caza. Este fue el único ejemplar que vimos durante nuestra estancia en las Islas Galápagos.
El mismo ejemplar

Juan José Álava y Sandie Salazar en su artículo "Status and conservation of Otariids in Ecuador and the Galápagos Island" explican que se estimó una población total de 30.000-40.000 individuos en 1977-1978 y que tras el efecto letal del Fenómeno del Niño en ese bienio y en el de 1982-1983, la Fundación Charles Darwin estimó una población de 6.000-8.000 en 2001. En ese mismo año censaron 1.717 individuos en 43 colonias, con el 42% de los individuos censados en 4 colonias de la isla de Isabela.
Detalle de la cabeza del Lobo marino de Galápagos

Los Túneles

En el paraje de Los Túneles la erosión marina ha dejado un curioso paisaje de islotes entre los que, con precaución, es posible navegar.
Los Túneles

La erosión marina ha dejado arcos.
Los Túneles

Los Túneles

Desembarcamos e hicimos un corto recorrido en una zona donde había varios nidos de Piquero camanay.
Lorea, Amaia, Maite y el que esto escribe sobre uno de los arcos

Los Túneles

Piquero camanay (Sula nebouxii subsp. excisa)

Macho de Piquero camanay en el nido

Cortejo de un macho de Piquero camanay

Piquero camanay

Piquero camanay echado en su nido


Piquero camanay atusándose el plumaje

Macho de Lagartija de lava de Isabela (Microlophus albemarlensis)

Tiñosa boba (Anous stolidus subsp. galapagensis)

Tiñosas bobas

Lorea, Amaia, Maite y el que esto escribe sobre un arco

Lorea, Amaia y Maite en el barco

Fuimos en esta embarcación una docena de turistas. En una zona concreta estuvimos buceando durante más de una hora, con neopreno y aletas. Aunque traje a Ecuador una cámara sumergible, en la inmersión en la isla de la Plata entró agua dentro y se estropeó. Vimos un total de cinco tortugas verdes (Chelonia mydas) alimentándose de algas a uno o dos metros de profundidad, un grupo de 5 tiburones de puntas negras (Carcharhinus limbatus) dentro un túnel que pudimos ver a dos o tres metros de distancia, dos tiburones de de arrecife de punta blanca (Triaenodon obesus), una raya tembladera (Dasyatis brevis) de casi dos metros de diámetro, un grupo compacto de 15 rayas pequeñas nadando, caballitos de mar y numerosas de especies de peces, algunas de vivos colores. Ya de regreso a Puerto Villamil conseguí fotografiar uno de los paíños de Elliot que vimos.
Paíño de Elliot (Oceanites gracilis subsp. galapagoensis)

Subespecie endémica de las Islas Galápagos.
Garcita verdosa (Butorides striata subsp. sundevalli)

Vimos esta confiada Garcita verdosa en la playa de Puerto Villamil, donde comimos.

El mismo individuo pescando

Tortuga gigante de Galápagos (Chelonoidis sp.)


Tortuga gigante de Galápagos

Tortuga gigante de Galápagos (Chelonoidis sp.) comiendo los frutos venenosos del Manzanillo (Hippomane mancinella) en el Centro de Crianza de tortugas gigantes Arnaldo Tupiza Chamaidan.
Tortuga gigante de Galápagos

Focha americana (Fulica amaricana)

El mismo individuo

Ánade gargantillo (Anas bahamensis subsp. galapagensis)

Flamencos rojos (Phoenicopterus ruber)


Iguana marina (Amblyrhynchus cristatus) nadando

Dibujo publicado en la revista satírica The Hornet el 22 de marzo de 1871, en el año de la publicación de "El origen del Hombre"

Siete meses después de la publicación de "El origen de las especies" y once años antes de que Charles Darwin publicara "El origen del hombre", el 30 de junio de 1860, se produjo el famoso "Debate de Oxford" en su Museo Universitario de Historia Natural, donde se enfrentaron los contrarios y los defensores de la teoría de la evolución. Entre los contrarios se encontraba el obispo de la ciudad, Samuel Wilberforce, que, olvidando que la teoría contradecía la literalidad del Génesis bíblico, prestó especial importancia al hecho de que también el ser humano quedaba dentro de la teoría, negándole un origen divino y haciéndole un animal con ancestros similares a los actuales simios. Y entre los defensores, el "bulldog de Darwin", Thomas Henry Huxley. No existe una transcripción literal del debate, por lo que no hay seguridad sobre lo que realmente se dijeron. Al parecer, el obispo de Oxford le preguntó a Huxley si descendía de los simios por parte de madre o por parte de padre. Al parecer, Huxley le respondió que él no estaría avergonzado de tener a un simio como ancestro, pero sí se avergonzaría de estar emparentado con un hombre como el Obispo, que hacía un uso tan mezquino de sus maravillosas dotes de ponente para intentar silenciar, mediante un ejercicio de autoridad, el avance del conocimiento. Según uno de los testigos, la pregunta que Wilberforce hizo a Huxley pudo haber sido: “si en el inestable estado de la ley en desarrollo establecida por Darwin, ¿puede alguien estar tan enamorado de esta llamada ley, o hipótesis, como para sentirse jubiloso de que su tatarabuelo hubiese sido un mono o un gorila?" y otro testigo dijo que respondió: “me importa más bien poco si mi abuelo pudiera ser un simio o no”. 

En la actualidad la iglesia Católica y gran parte de las iglesias protestantes han renunciado a creer en la literalidad del Génesis bíblico y aceptan la teoría de la evolución. Es sobre todo en EEUU donde diversas iglesias cristianas no la aceptan y siguen creyendo que es cierto el relato de la creación del Génesis. En lo personal, recuerdo que mientras estuve estudiando la licenciatura de biología entre finales de la década de 1980 y principios de la de 1990 la pregunta que más veces me hicieron jóvenes de mi edad era si de verdad creía que veníamos del mono. En fin, que la teoría de la evolución le sigue quedando grande a mucha gente 150 años después de que Charles Darwin la formulara.

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